Modificando algunos hábitos diarios se pueden llevar a prevenir o evitar complicaciones provocadas por una mala circulación. Entre ellos encontramos los ya conocidos…
A continuación, hablaremos de algunos de estos puntos:
Alimentación sana e hidratación adecuada
Este es uno de los principios fundamentales de una dieta sana, capaz de prevenir cualquier tipo de problema de salud (dejando de lado otros factores). Por ello, es aconsejable aumentar el consumo de alimentos como la fruta y la verdura, ya que estas pueden contribuir tanto a un mejor flujo de la sangre por las venas como a una mayor producción de colágeno y elastinas, lo que a su vez previene la formación de placas en la sangre.
Más allá de este consejo general y su porqué, también se han de ingerir alimentos ricos en vitamina B, esta contribuye a la reducción de aminoácidos, que pueden llegar a endurecer las arterias.
Además, se ha de incluir una cantidad diaria de agua saludable, a diario. Pero esto no haría falto repetirlo junto a otros consejos generales, si bien los repetimos seguidamente, como…
Siguiendo estos puntos, se puede activar el sistema cardiovascular, disminuir el colesterol y la presión arterial.
Hidroterapia
Esta se define como el empleo del agua para fines terapéuticos. En este caso, beneficia a la circulación con baños de agua caliente o aplicando chorros de agua fría y caliente, variando la presión.
Masajes: mejoran la circulación de la sangre
Los beneficios que aportan los masajes son múltiples: estimulación de la circulación de la sangre, oxigenación de las células y la transferencia de sangre oxigenada a todos los músculos del cuerpo, lo que termina traduciéndose en una disminución de las inflamaciones, o en una ayuda para esta, que logra aliviar y relajar las extremidades.
Para lograr una mayor efectividad, será necesario recurrir a un masajista profesional o a un fisioterapeuta; en particular cuando nos enfrentamos a heridas en la piel, venas varicosas o traumatismos que necesitan un cuidado más exigente.
También se pueden hacer ejercicios concretos que pueden mejorar la circulación sanguínea en piernas, mediante la realización de ciertos movimientos específicos que permiten una mejor circulación sanguínea. De estos hablaremos en una futura entrada.