La actividad física es esencial para todos los seres humanos en general y trae beneficios a largo plazo. El estar activo quema calorías que almacenamos por comer durante todo el día, esta actividad física puede ir desde lo más sencillo como caminar en un parque o tan exigente como recorrer 150 kilómetros en bicicleta. Ayudarle y enseñarles a los niños a poner la actividad física en su vida diaria, los llevará a una vida más sana tanto mental como físicamente. A continuación, te nombraré algunos de los beneficios que tiene el estar en movimiento para los niños con discapacidad.
Este es uno de los puntos más importantes, ya que, si tu hijo no tiene ánimos, está estresado, con depresión, ansiedad o ira, va a traer otros problemas como la falta de apetito. La actividad física diaria aliviará el estrés, la ansiedad, depresión, etc. Probablemente hayas sentido esa sensación de ánimo después de hacer algún ejercicio, piensa en la actividad física como una píldora para el ánimo, pero sin efectos secundarios. Si haces de la actividad física parte de la vida cotidiana de tu hijo, con seguridad verás un cambio en su ánimo.
Estar muy sedentario trae problemas cardiacos. Hay estudios que demuestran que las personas adultas que ven más de 4 horas de televisión tienen un 80% más de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Así mismo trae problemas con los niños a largo plazo.
Cuando no se puede mover alguna parte del cuerpo, es normal que se reduzca ese músculo ya que no se ejercita de ninguna manera. Por otro lado, es importante mover el resto del cuerpo y no limitarse para que los músculos no se debiliten.
Cuando se trata de deportes, tanto en equipo como individuales, se requiere interactuar con otras personas. Para un niño con alguna discapacidad, la actividad física le enseña a trabajar en equipo, un punto que es muy importante desarrollar en la vida de cualquier niño.
No hacer ningún tipo de actividad definitivamente le dará problemas de peso a tu hijo, reduce la autoestima y si llega a verse con sobrepeso podría atraer otras enfermedades como la diabetes, problemas de hígado, problemas de respiración, entre otros.
La actividad física no solo les ayuda a los músculos, sino que también mejora la capacidad intelectual de los niños. Está comprobado que un niño con discapacidad que realiza actividades físicas, ve una mejora en sus deberes escolares o cualquier otra área.
La actividad física no solo mejora la calidad de vida de cualquier niño con discapacidad, sino que también evita otros problemas que aparecen a falta de actividad física. También puede darse el caso de que un niño trate la depresión con píldoras, la actividad física no solo reducirá el consumo de estas, sino que puede llegar a reemplazarlas.